jueves, 4 de octubre de 2012
La vida económica de entonces tenía como centro el mercado, además de algunos
locales donde los miembros de las diversas corporaciones desempeñaban sus
actividades. La riqueza no se ostentaba y hasta los grandes mercaderes y
banqueros realizaban sus negocios en sedes bastante modestas, casi bodegas en
las que se almacenaban sacos de cereales y legumbres secas (garbanzos, lentejas,
habas), barriles con pescado y carne conservados en sal, cestos con almendras y
pasas, castañas y nueces. Sobre las repisas, un par de grandes quesos parmesanos
y otros quesos de la región puestos a añejar, que debían ser engrasados casi
todos los días, frascos de confituras, ánforas de miel, recipientes de
jalea.
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